Han pasado meses y al sacar sus fotos del cajón siento su olor. Como si tuviera mi nariz apretada a su cuello. Cerrando los ojos puedo tenerlo junto a mi. Su olor aún esta vivo. Eso tan frágil y pasajero aún pertenece. Lo más leve de una persona es su olor. Y eso es lo que ha quedado lo que inunda el cuarto y lo llena con su presencia.
El crece en ese olor y ocupa todo.
El crece en ese olor y ocupa todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario